Nacido en Barcelona el 24 de noviembre de 1924, de padre alemán y madre catalana, Lluís Strohecker i Socias se introdujo rápidamente en el mundo del arte. Estudió en la Academia Tàrrega (1940) y en la Escuela de Bellas Artes Sant Jordi de Barcelona (1941). Durante este tiempo tuvo el privilegio de aprender de estimados maestros como Pérez Dolç, el escultor Frederic Marés, Muntaner y Rigobert Solé.
Lluís tuvo la excepcional oportunidad de unirse al CRIS, un club de submarinismo catalán. Para perfeccionar su habilidad con la pintura submarina, Lluís se sumergía en el mar de Llançà y utilizaba planchas de hierro de su invención que le permitían pintar lo que veía bajo la superficie con una precisión asombrosa. Recreaba con delicadeza desde algas hasta peces en sus colores naturales, pálidos pero fuertes. Con estas herramientas, era capaz de crear impresionantes paisajes marinos que han inspirado a generaciones de admiradores desde entonces
No sólo era aficionado a la música sinfónica, sino que ésta desempeñaba un papel fundamental en su obra; mientras pintaba, ponía a menudo «de la buena» como ruido de fondo. Por lo que sabemos, fue el primer expositor que introdujo la música en los espacios de exposición.
Strohecker captaba impecablemente la belleza de la naturaleza a través de sus vívidas y serenas pinturas. Sus obras rebosan de intrincados detalles que resaltan los vibrantes colores de cada escena. Su tema favorito eran las naturalezas muertas, donde creaba la imagen de sus alimentos con una pincelada.
En Portbou, residió en el ‘Mas Budallés’ con toda su familia y se refirió a él como «Mas les flors» en uno de sus cuadros. El 9 de agosto de 1979, éste fue el lugar donde exhaló su último aliento. Durante muchos años, desde aquel fatídico día, la masía ha sido ampliamente conocida como «Mas Strohecker», un nombre que representa el recuerdo y el amor doloroso.
Más información: Ajuntament de Portbou
Créditos imagen: Portbou d’abans