Las primeras poblaciones de la Costa Brava destacan por su historia y riqueza paisajística. Portbou, El Port de la Selva o Cadaqués forman parte de un tramo de la Costa Brava único donde artistas, filósofos y poetas, dejaron una huella que aún perdura en nuestros días.
Portbou, paso de los exiliados que huían hacia el norte de la Guerra Civil en 1939, es el pueblo fronterizo de La Jonquera. El Memorial del artista Dani Karavan nos recuerda como el filósofo alemán Walter Benjamin, que huía de la persecución nazi, se suicidó y fue enterrado en Portbou.
Al sur del Cabo de Creus encontramos El Port de la Selva, con un paisaje muy atractivo que atrae al turismo por su puerto pesquero. Si te gusta la calma, es el lugar ideal. El pueblo inspiró a escritores como Josep Vicenç Foix y Josep Maria de Segarra. A 670 metros sobre el nivel del mar se alza el imponente monasterio románico de Sant Pere de Rodes, donde las vistas son extraordinarias. En verano, se celebran conciertos de música antigua y clásica.
Cadaqués es el pueblo ampurdanés que acogió la infancia de Salvador Dalí, aunque el universo del artista se amplió en tres centros neurálgicos del Empordà, conocidos como el Triángulo Daliniano: Cadaqués, Púbol y Figueres.
En 1970 Dalí dedicó su tiempo a un nuevo proyecto: la construcción del Museo Dalí en Figueres. El recinto se reformó recuperando el antiguo teatro de Figueres y el recinto amurallado de la ciudad. El Teatro-Museo Dalí de Figueres se inauguró en 1974. En sus últimos años de vida, la Torre Galatea fue su residencia.
Podrás visitar las obras más importantes y emblemáticas del artista como Autorretrato blando con beicon frito (1941), La cesta de pan (1945), Leda atómica (1949) y Galatea de las esferas (1952), entre muchas otras.